Puede ser que justifiquemos nuestro proceder, nuestro encierro en nosotros mismos y que algo nos impulse a seguir abrazando nuestro dolor; pero si ya decidimos ascender los dos primeros Niveles…Si ya aceptamos que no hemos encontrado la solución para reconstruir nuestra vida por sí solos, si ya logramos confesar que necesitamos ayuda, que debemos dirigirnos a algo exterior a nosotros. ¡Si ya reconocimos que necesitamos de algo más poderoso que nosotros, que nos dé esa FORTALEZA! Entonces será necesario buscar, en lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra mente esa fuerza, que es tan capaz, que va más allá, del misterio de la vida o de la muerte... entonces sigue éste Nivel que es el tiempo de reflexión, de meditación y de análisis.
Aprender a no realizar las cosas por impulso, sino meditarlo…¿A quién le he causado algún daño, a quién, humildemente, tengo que pedirle perdón? ¿A quién considero culpable?
Reflexionemos lo que hemos conseguido cuando queríamos superar solos este dolor, solo logramos ocultarlo y no pensar en el sufrimiento que hay en nuestro interior.
Sí, ya ACEPTAMOS que solos no podemos y que sin ayuda es más difícil salir del dolor, entonces es el momento de continuar, PERDONAR y del cambio de actitudes, no seguir haciéndonos daño con nuestros propios recuerdos y frustraciones, buscando responsables de lo ocurrido.
Es importante perdonar, si no puedes solo, si sientes que no puedes perdonar, pílele al SEÑOR, que te ayude, que te de la capacidad de perdonar. Puede que nos sea difícil admitir nuestras faltas, ya que muchas de las veces nos guardamos por dentro nuestras penas, nuestras frustraciones; pero tarde o temprano de alguna manera se manifestarán.
Hay ocasiones en que encontramos en este Nivel del Proceso de Duelo la dificultad o incapacidad de ser sinceros con nosotros mismos, el error más grave de todos es, no darse cuenta de nuestras propias faltas o no querer aceptar que nosotros mismos creemos que nos han hecho daño... Quizá ocultamos en nuestro interior algún rencor, algún resentimiento; pero recuerda que la mala voluntad y resentimiento nos enferma, nos daña emocionalmente y físicamente; y que mientras más guardemos rencor, más difícil será arrancarlo de nuestro corazón y esto dificultará nuestro Proceso de recuperación; más aún si el resentimiento es hacia ti mismo o hacia Dios.
El egoísmo y el rencor no dan buenos frutos, solo con amor y perdonando es como podemos continuar nuestro Proceso de Duelo, si nuestros recuerdos nos atormentan, es el momento que pidamos perdón o perdonemos, solo así estos sentimientos sanarán y se transformaran. En este momento se nos invita a actuar, a perdonar y a pedir perdón, posiblemente tu mismo (a) te tengas que perdonar, date esa oportunidad de proporcionarte tu mismo, tu perdón…
Muchas de las veces no nos damos cuenta siquiera que nosotros mismos no nos perdonamos... Que necesitamos perdonarnos, no ser tan duros con nosotros mismos, y con los demás… Aceptar que somos imperfectos, reconocer humildemente que somos “unos seres humanos”, que aún ante el error más grande… existe la comprensión… el perdón.
En el silencio, si eres creyente ante el Sagrario, o donde tu te sientas más refugiado en Dios, ahí, haz oración, medita, reflexiona, llora, pide perdón y si tu corazón te lo indica pídele perdón a aquellas personas que consideres que necesites pedir perdón, pero lo más importante, date la oportunidad de perdonarte tu mismo (a) haz esto siempre en la presencia de Dios y Él te irá sanando, te irá reconfortando.
Si te perdonas, si te atreves a perdonar a aquél que sientes que te hizo daño… sea quien sea… y permites que te perdonen, y te perdonas a ti mismo (a) entonces habrás escalado este Tercer Nivel... NO IMPORTA CUANTO TIEMPO TE LLEVE ESTE ASCENSO, TRABAJA EN ESTE NIVEL, MEDITA Y PERDONA, hazlo en el silencio, en tu interior, o expresándolo, como mejor te acomode… pero permítete perdonar entonces será el momento de pasar al CUARTO NIVEL
Mi hijo era toda mi vida, mi mundo giraba alrededor de él, a pesar de tener otro hijo mas pequeño, pero Isaac eran mis ojos, trabajaba para él, vivía para él. Ahora que ya no esta me siento totalmente vacía, siento que ese hijo que me quedo, no me llena, yo lo quiero, y quiero aferrarme a él, para seguir viviendo pero siento que él no encaja en ese mundo perfecto que tenía con Isaac... y yo se que le estoy haciendo daño, porque se da cuenta y me exige cariño.. pero es algo que no lo siento.. no se si es depronto por lo reciente de la muerte de Isaac, hace 5 meses y la forma como nos unimos en el proceso de su enfermedad, vivimos solos practicamente dentro de una clinica... Isaac nace despúes de 6 años de luchar por quedar embarazada y me colmo toda mi vida...Por favor guienme..necesito sus consejos
ResponderBorrarSabemos por lo que estàs pasando y este Segundo escalòn lo reafirma... no es fàcil para nosotros los que lo hemos vivido, sabemos lo que sientes, en la intimidad de tu corazòn, es este el momento de entrégale a Dios el sufrimiento,confiale a este Ser conocido o desconocido para tì, llamado Dios. También nosotros, sentíamos que el dolor era mayor que nuestra propia vida y ahora hemos aceptado esta pérdida con entereza, y permitimos que nuestra vida tome otro sentido. También puedes intentar recurrir a la misma fuente y tratar de obtener el mismo resultado.
ResponderBorrarTe invitamos entregarle y a pedirle a Dios, el alivio a tu sufrimiento solo necesitas abandonar tu dolor y entregárselo a Él y ese otro hijo, te necesita mucho, tambièn el sufre, sè que no es fàcil pero tambièn debes pensar en èl. Escribe, escribe, aquì o en tu intimidad...si sueltas ese dolor... poco a poco encontraràs paz.